En el Eliasismo, hablar de simbología, es referirse a la parte más importante, tanto en la impresión captada a primera vista, como en su contenido oculto, pero sobre todo por la intensa diligencia que se le da en la práctica asidua de rutinas protocolarias de la misma Iglesia y en la variada aplicación durante los tratamientos que requieren los congregantes.
Hoy que la Luz se cierne sobre nuestro mundo, se comparte abiertamente parte de la simbología eliasista, a todos los interesados en esta doctrina y aunque aparece evidente, porque está a la vista de todos, la verdad es que sólo es comprendida por el poseedor de una intuición desarrollada dentro de la disciplina del estudio y el sacrificio, que se exige a quien se adentra en los Misterios Iniciáticos, con la finalidad de conocer la interpretación real y verdadera, que fue recibida por el enviado de Dios en estados de iluminación, y plasmada por Él mismo en los símbolos, con sus diversos mensajes, para los seres de este tiempo y el venidero, y poder comprenderlos sin fanatismos, ni fantasías.
Cierra un poco los ojos y abre tu intuición, para que el idioma silencioso que grita en los símbolos, se anide en ti y no pase de largo. ¡¡ Las bendiciones del Altísimo.