El culto principal de nuestra Iglesia Eliasista es el Culto de Latría, el Culto de Adoración a Dios. Este es el verdadero culto que se realiza, pero dentro de este mismo se desarrollan algunas partes a las que también se les denomina culto; están integrados a la liturgia de la Iglesia, aunque de forma diferenciada con respecto al culto de Latría.
Sólo el Altísimo es digno de Adoración, alabamos al Hijo, rendimos santa veneración al Prometido Elías, elevamos homenaje a Moisés el Libertador y le declaramos todo amor y devoción a la Purísima Virgen María. A ellos los honramos como representación y manifestación de Dios mismo, y los reconocemos por la gloria de la cual el Padre les ha revestido en grandeza incomprensible para el género humano, pero siempre anteponemos la Todopoderosa Majestad del Creador Uno, así el día primero de cada mes es dedicado exclusivamente al culto de latría que va desde la apertura del culto hasta la Oración del Padre Nuestro y en ese día se agregan otras oraciones del libro y cánticos de alabanza, como el “cántico a la Santísima Trinidad” o las “alabanzas y glorificaciones” para embellecer la liturgia y darle realce.
A los cultos que se desarrollan además del de latría, se les denomina: Hiperdulía u Homenaje a la Santísima Virgen María y Dulía o Veneración a la Santísima Trinidad Mesiánica, formada por Moisés de LEVÍ, Jesús de Nazareth y Roque Rojas Elías El Prometido. Para cada uno de estos cultos hay un día específico, pero siempre se efectúan después del culto de Latría y al terminarlos se continúa con el Pedimento de Intercesión Sacerdotal.