Simeón y Leví son agrupados a causa de sus tendencias violentas. Jacob indicó que deben ser esparcidos en la tierra de Israel y así les ocurrió. Los Levitas, como sacerdotes, no tendrían herencia de la tierra, sino fueron esparcidos. Simeón de la misma manera fueron esparcidos, predominantemente al desierto de Judea.
Simeón y Levi son hermanos; Armas de iniquidad sus armas. En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, Y en su temeridad desjarretaron toros. Maldito su furor, que fue fiero; Y su ira, que fue dura. Yo los apartaré en Jacob, Y los esparciré en Israel. Génesis 49:5-7
Las Bendiciones de Moisés sobre las tribus de Israel.
Mientras Moisés se prepara para entregar el liderazgo de Israel a Josué, pronunció su propia bendición sobre [las tribus], no como si fueran sus propios hijos, sino tribus de una nación. Cada una de ellas fueron individualizadas llevando una oración profética junto con la base de algunos símbolos.
Leví fue la tribu que se juntó con Moisés en el incidente del becerro de fundición. Los hijos de Leví mataron a los quienes hubiesen sacrificado al becerro de fundición, sin importarse quienes fuesen. Por eso, Moisés pidió que su puesto como sacerdotes les quedaría permanentemente. El símbolo pre-dominante de Leví es el pectoral usado por el Sumo Sacerdote. En este pectoral estaba el efod con el Urim y Tumim (las piedras de luz y determinación).